Parte de su ponencia en el Curso Político Elemental de la Escuela “Ho Chi Minh” del PCV. Publicación de la Comisión Nacional de Educación, 1972)
Los comunistas participamos en los procesos electorales por diversas razones, entre las cuales podemos enumerar las siguientes:
1º) Para favorecer la movilización de las masas y participar activamente en su educación, pues de una u otra manera todo proceso electoral, cuando se dan las condiciones, representa un proceso complejo en el que generalmente se acentúan las contradicciones políticas nacionales y con ello surge, para el Partido del proletariado, la posibilidad de contribuir con su actividad a la educación y movilización general de las masas.
2º) La participación en los procesos electorales permite mejorar los contactos orgánicos con las masas populares y hacer conocer con mayor facilidad el papel del Partido Comunista en el proceso político-social.
3º) Favorece la promoción de los cuadros dirigentes del movimiento revolucionario y progresista y la conquista de posiciones principalmente parlamentarias desde las cuales defender en forma más plena la orientación del Partido Comunista y de los sectores progresistas del país.
Los comunistas y el parlamento
Los comunistas y el parlamento
El acceso al parlamento burgués permite a los comunistas el uso del mismo como un foro para expresar sus puntos de vista sobre la situación nacional e internacional.
Combinado adecuadamente con la lucha extraparlamentaria, puede ser un recurso importante en la lucha de las masas por la solución de sus problemas y un valioso instrumento para esclarecer las posiciones de vanguardia del movimiento revolucionario.
Es un hecho de observación frecuente que ante un movimiento de masas, el parlamento burgués hace concesiones y es ésta una de las razones por las cuales la vida parlamentaria de los comunistas debe estar estrechamente ligada a la lucha de las masas en general.
Particular interés tienen las posiciones municipales que permiten a los comunistas como fruto de su lucha un contacto directo con los problemas más sencillos de la masa (…).
Una justa política parlamentaria puede aprovechar inteligentemente las contradicciones que surgen en el seno de las clases dominantes para el beneficio del movimiento popular.
Cabe recordar, igualmente, que en el curso de la lucha armada el parlamento fue un importante soporte de la vida democrática del país, y un invalorable instrumento para poner de manifiesto el carácter de la política represiva, maccartista y agresiva del gobierno betancurista.
Elecciones y gobierno
Elecciones y gobierno
(…) un movimiento antiimperialista que aspira a implantar el socialismo puede, apoyándose en un vasto movimiento de masas y en un sólido movimiento de la clase obrera, tomar el gobierno electoralmente y avanzar hacia el socialismo por la vía de grandes cambios sociales. Tales fenómenos son hoy posibles como un resultado de los grandes cambios que se han producido en la arena mundial (…).
De una manera sintética, estos cambios son:
1º) Correlación de las fuerzas favorable al socialismo y debilitamiento notorio del imperialismo, particularmente del imperialismo yanqui, lo cual permite que los pueblos puedan avanzar por el sendero de la liberación nacional y el socialismo y dificulta la política retaliativa y agresiva del imperialismo.
2º) Mayor madurez de la clase obrera y otros destacamentos populares a nivel mundial lo cual permite cohesionar de una manera más clara un vasto frente clasista de carácter antiimperialista.
3º) Penetración de ideas progresistas en el seno de los ejércitos nacionales con lo cual han aparecido nuevas bases de sustentación de importancia para los movimientos democrático-populares de carácter antiimperialista.(…)
El actual proceso electoral
El actual proceso electoral en Venezuela se realiza (…) en medio de una acentuación importante de la crisis económica del mundo capitalista (…) y también en medio de un movimiento popular en gran parte parcelado.
Pero también en medio de intentos serios por superar la dispersión de las fuerzas antiimperialistas, expresión de lo cual se halla en la formación del Frente de Unidad Popular.
El Frente de Unidad Popular (…) expresa la mejor esperanza para las masas desposeídas, pues, después de muchos años, es la concreción práctica de un movimiento antiimperialista que aspira en su desarrollo a sentar las bases del socialismo en nuestro país.
Desde el punto de clases, es la forma política de una alianza donde puede participar la clase obrera, el campesinado, capas medias de la ciudad y el campo e incluso algunos sectores de la burguesía media y pequeña.
Para los comunistas, es tarea de primer orden la promoción de la Unidad Popular, porque esta es la única alternativa seria que tiene planteado el pueblo venezolano frente a las opciones que le ofrecen las clases dominantes.
No debe contraponerse el Frente de Unidad Popular tal como existe con uno mayor que comprenda a todos los sectores patrióticos del país, pues la unidad popular puede, en su desarrollo, transformarse en ese vasto movimiento ideal que deseamos y aspiramos para imponer una sociedad diferente a la actual que rompiendo las ataduras del imperialismo y la oligarquía nacional, abra las compuertas del socialismo.
Las grandes concentraciones públicas celebradas hasta hoy señalan que las masas comprenden el potencial revolucionario que se halla en el movimiento ya en marcha de la Unidad popular.
El proceso electoral debe ser una oportunidad para llevar el mensaje de la Unidad Popular a todos los rincones del país, para impulsar el acercamiento con todos los sectores frentistas a todos los niveles y en especial, a nivel de la clase obrera, para la creación de una vasta red organizativa de Comités de Unidad Popular que pueden ser más tarde bastiones inexpugnables de defensa y lucha del gobierno de la Unidad Popular.
Debe ser una oportunidad para que hagamos cuanto esfuerzo estén a nuestro alcance a fin de impulsar la lucha de la clase obrera y la comprensión por parte de ésta de que la unidad de los luchadores antiimperialistas es una condición indispensable para el logro de su liberación; para que comprenda que sin ella no es posible romper los marcos del imperialismo y el paso al socialismo; para que entienda que la dirección ideológica del proletariado es una condición sine qua non para poder transformar la sociedad y marchar hacia el socialismo.
En el curso del proceso electoral, hay que realizar una lucha incansable contra quienes de una manera sectaria contraponen el crecimiento del Partido y desarrollo de la Unidad Popular sobre una base meramente electoralista.
El fortalecimiento del Partido es una condición esencial del desarrollo de la Unidad Popular, pues mientras más fuerte sea el Partido Comunista mayor será su influencia en la ardua tarea de agrupar las densas mayorías nacionales en la lucha por derrotar al imperialismo y la oligarquía y en el combate para crear el socialismo en nuestro país.
El desarrollo de la Unidad Popular, por otro lado, permite la formación y el fortalecimiento de numerosos cuadros revolucionarios y a vastos sectores no comunistas la comprensión del papel del Partido Comunista y su abnegación y consecuencia en la lucha por la transformación total de la sociedad.
Pero más aún, el desarrollo de la política de unidad popular da también ventajas inmediatas pues contribuye a aumentar la votación del PCV.
Además del fortalecimiento del Partido y de la Unidad Popular a que nos hemos referido dos tareas principales tiene el Partido Comunista en el actual proceso electoral:(…)
En este sentido conviene repetir algunas ideas básicas:
1º) La lucha por el socialismo pasa forzosamente por la lucha contra el imperialismo y la gran burguesía asociada a éste.
No deben temer a este proceso vastas capas de la pequeña burguesía, clase media o sectores de la burguesía media y pequeña.
La marcha hacia el socialismo puede incorporar a muchos de estos sectores a la nueva realidad social y a muchos otros, ofrecerles una salida compatible con la nueva situación creada, amén de que por mucho tiempo, serán, incluso con ayuda del Estado, una fuerza importante en el desarrollo social.
No hay contradicción entre la lucha por el socialismo y el combate contra el imperialismo y la oligarquía, pues golpear al imperialismo y a la gran burguesía asociada, es golpear las fuerzas principales del capitalismo en nuestro país, aunque ello no signifique golpear a todas las fuerzas del capitalismo o de aquella que sin serlo tienden generalmente hacia el mismo.
2º) No es posible (…) la creación de un socialismo nacional, pues la estructuración de una sociedad socialista en un país que marche solo sobre la base de sus propios recursos, sin la ayuda de los restantes pueblos (…) dejaría a las fuerzas que lo intenten inermes frente a las fuerzas del capitalismo y la reacción internacionales.
Por otro lado, la creación de un país socialista que no tome en cuenta las leyes generales del desarrollo del socialismo es una burda ficción del socialismo, pues el socialismo es, cualquiera que sea el marco nacional donde se realice, en esencia el mismo y obedece a leyes comunes.
Es inconcebible, por ejemplo, una sociedad socialista donde la clase obrera no juegue el papel fundamental y no predomine su ideología; inconcebible un régimen socialista en el cual la clase obrera renuncie a la acción enérgica contra sus enemigos y que no tome las medidas necesarias contra éstos; inexistente un régimen socialista que no se apoye en la socialización de los medios de producción, etc.
3º) No es posible avanzar hacia el socialismo, si se considera que la clase obrera (…) no es el pilar fundamental de la revolución y el socialismo.
No es posible crear una sociedad socialista sin la clase obrera, sin que ésta esté conciente del papel que le toca jugar en la misma.
Su papel en el socialismo no puede ser sustituido por ninguna otra clase o sector social.(…)
5º) La revolución y su marcha victoriosa no son posible sin una clara política de alianzas que permita agrupar a las mayorías nacionales en torno a la clase obrera y el campesinado.
Dentro de este proceso, la clase obrera debe adquirir el papel rector con su vanguardia: el Partido Comunista.
Dentro de este proceso, la clase obrera debe adquirir el papel rector con su vanguardia: el Partido Comunista.
Pero la conquista de la hegemonía para la clase obrera es un proceso que no impone de una vez ni por decreto.
Durante mucho tiempo, las masas en medio de las cuales actúa la vanguardia revolucionaria pueden, no tener claridad sobre el tipo de sociedad que debe crear e incluso estar influidas por ideas burguesas o pequeñoburguesas.
Se comprende, sin mucha dificultad, que este nivel de conciencia no puede ser obstáculo para que trabajemos a esas masas para la lucha contra sus explotadores y para que admitamos que este combate puede llevarlas a posiciones revolucionarias.
En este sentido, es justo que los revolucionarios admitamos alianzas con diversas fuerzas, aun cuando no estuvieren totalmente maduras para la acción revolucionaria plena, si éstas demuestran consecuencia en el combate contra el enemigo común: el imperialismo y la oligarquía.
(…) no exigimos a nuestros aliados un currículum vitae previo ni concebimos la alianza dentro del estrecho esquema de agrupar revolucionarios puros, ganados de una vez irrevocablemente para el socialismo: les exigimos sólo consecuencia en la lucha contra el imperialismo y la oligarquía y disposición para avanzar hacia el socialismo.
Creemos seriamente en la posibilidad del Frente Único contra el imperialismo y entendemos que el odio (…) a todo frente único antiimperialista forma parte del arsenal del trotskismo y es la razón fundamental por la cual actúa como una forma divisionista en el panorama político nacional.
La actual lucha electoral y algunas tareas de los comunistas venezolanos
Todo proceso electoral implica, dada determinadas condiciones, una agudización política de la lucha de clases dentro de ciertos límites.
Los problemas ligados a la elección parlamentaria, a la asunción presidencial, etc., no pueden menos que impactar a las vastas masas populares. Las maniobras de las clases dominantes con su vasta movilización de propaganda y la lucha de los comandos revolucionarios, obligan a densos sectores sociales a colocar la vida política en el centro de su actividad diaria y con ello, quiérase o no, facilitan la toma de conciencia de las masas en torno a sus problemas fundamentales y a las soluciones principales que deben ponerse en práctica para resolverlos.
Pero, en esta lucha, en el marco de una sociedad burguesa, hay que tomar en cuenta que las clases dominantes usan de todas las ventajas que da el poder para imponer sus ideas, siendo de particular importancia el control y dominio que ejercen sobre los medios de comunicación.
Este control y dominio, pese a lo apabullante habitualmente, no deben sin embargo llevarnos a la conclusión fatalista de que no se puede hacer nada contra ello y de que forzosamente las masas alienadas no pueden sustraerse a las influencias de tal proceso.
Este control y dominio, pese a lo apabullante habitualmente, no deben sin embargo llevarnos a la conclusión fatalista de que no se puede hacer nada contra ello y de que forzosamente las masas alienadas no pueden sustraerse a las influencias de tal proceso.
Tampoco debe llevarnos a la idea frecuentemente estéril de que sólo con recursos similares, especialmente en el campo de la radio, prensa y la televisión, podemos batir a las clases dominantes.
El control y dominio de los medios de comunicación, así como la utilización de recursos económicos para la compra de voluntades, contribuye a adormecer la conciencia popular, pero tales recursos por sí mismos no ejercen ninguna influencia en los problemas objetivos de los trabajadores de la ciudad y el campo.
La dependencia frente al imperialismo, (…) la explotación de que son objeto los obreros y campesinos, (…) etc., no son alterados como tales por más profusa que sea la propaganda que pongan en práctica las clases dominantes. Cabe decir, sin embargo, que las afirmaciones anteriores no significan que los comandos revolucionarios deban abandonar la idea de usar o crear recursos en el campo de los medios de comunicación, pues ello sería dejar en manos enemigas en forma completa la información y educación política de las masas.
La idea fundamental que debemos tener se halla en la necesidad de desplegar nuestra lucha electoral en estrecha alianza con el movimiento de masas, en contacto íntimo con los grandes problemas populares, utilizando racionalmente los recursos que podamos concentrar en el campo de la propaganda y apoyándonos básicamente en la organización de nuestras fuerzas propias y en la utilización inteligente de éstas, dentro de la idea de ampliar el frente de lucha contra el imperialismo y la burguesía asociada
Fuente: Publicaciones del PCV/Aquí Estamos Comunistas Mirandahttp://comunistasmiranda-documentos.blogspot.com/
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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